miércoles, 6 de abril de 2016

Naturaleza Muerta

La naturaleza muerta o también llamada Bodegón, es una obra de arte histórica y cultural que lleva muchos siglos en la representación de la humanidad. En estas se pretende representar animales, flores u otros objetos que puedes ser naturales o bien hechos por el hombre. Esta rama de la pintura se define y basa por el diseño, el cromatismo y la iluminación, todo con el fin de producir un efecto de serenidad y armonía en las obras.


Aunque los primeros registros datan desde los egipcios, no fue sino hasta el siglo XVII cuando empezó a tomar popularidad. La naturaleza muerta da más libertad al artista compositivo que otros géneros como lo pueden ser los retratos o paisajes. Los bodegones, particularmente antes de 1700, a menudo contenían un simbolismo religioso y alegórico en relación con los objetos que representaban. Algunos bodegones modernos rompen la barrera bidimensional y emplean técnicas mixtas tridimensionales, usando asimismo objetos encontrados, fotografía, gráficas generadas por ordenador o sonido y vídeo.

Tazón de fruta transparente y jarros. Frescos romanos en Pompeya (c. 70 d. C.).
https://es.wikipedia.org/wiki/Bodeg%C3%B3n#/media/File:Pompejanischer_Maler_um_70_001.jpg

Como ya mencione, la naturaleza muerta tiene registros que datan desde la era de los egipcios, se cree que los objetos relacionas con la comida y vida doméstica del difundo los acompañaba en el mas allá, dispuestos para que los muertos los usaran, eran sepultados con joyas y debas pertenencias para que Ra y Anubis los consideraran dignos en el otro mundo y a la vez tuviesen objetos para vivir en el otro lado con serenidad y calma.

Las pinturas sobre jarras de la Antigua Grecia también demuestran gran habilidad, al representar objetos cotidianos y animales. Bodegones parecidos, más simples decorativamente, pero con perspectiva realista, se han encontrado en pinturas murales de la Antigua Roma y en mosaicos en Pompeya, Herculano y la Villa Boscoreale, incluyendo el motivo posteriormente tan familiar de un bol de cristal con frutas. Los mosaicos decorativos llamados emblema, que se han encontrado en casas de romanos ricos, demuestran la variedad de comida de la que disfrutaban las clases superiores, y también funcionaban como signos de hospitalidad y como celebraciones de las estaciones y de la vida.


Un dato curiosos de estos bodegones, es que sirven como registros culturales de las poblaciones que los hacen, un ejemplo claro seria la ciudad de la Atlantida, la cual se ha podido obtener registros de su cultura, gracias a que algunos bodegones preservados muestran sus dioses o tendencias en esos entonces, incluso la ciudad de Pompeya dejo de ser un enigma al encontrarse en bodegones los retratos de sus costumbres y culturas, un ejemplo de esto sería su veneración al toro y pruebas de valor que se le aplicaban a los ciudadanos más jóvenes, a su vez, registros de sus comercios o costumbres.

Bodegón, Cristoforo Munari (1667–1720).


En el siglo XVI, la comida y las flores reaparecerán como símbolos de las estaciones y de los cinco sentidos. También desde la época romana existe la tradición del uso de cráneos en las pinturas como símbolo de mortalidad y de fugacidad, a menudo acompañada por la frase Omnia mors aequat (La muerte iguala a todos). Este motivo de la vanidad de las cosas vanitas, cobrará un gran auge en la pintura barroca posteriormente, en especial con los pintores holandeses de alrededor del año 1600.


La apreciación popular del realismo en el bodegón se relaciona con la leyenda griega antigua de Zeuxis y Parrasio, de quienes se dice que compitieron por crear los objetos más parecidos a la realidad, siendo éstas las descripciones más antiguas de la historia de pintura de trampantojo. Como Plinio el Viejo relataba en los tiempos romanos, los artistas griegos de siglos antes ya eran muy diestros en el retrato y el bodegón. Distinguió a Peiraikos, (cuya maestría muy pocos sobrepasan) este pintó tenderetes de zapateros y barberías, asnos, plantas y cosas semejantes, y por esa razón le llamaron el “pintor de los objetos vulgares”; aun así estas obras eran en conjunto deliciosas, y se vendían a precios más altos que las más grandes pinturas de muchos otros artistas.

Juan Sánchez Cotán, Membrillo, repollo, melón y pepino (1602).

Con los ejemplos anteriores, podemos demostrar que la naturaleza muerta es un registro social y cultura de ciertas culturas. Nos relatan la historia y costumbres, sin ningún tipo de manipulación o perversión de la misma. Obviamente cada quien puede tomar su propio criterio al momento de interpretar dicha información, como en las pinturas, donde no solo basta conocer la corriente o el autor, si no también aunque tengamos los sentidos más finos y desarrollados en el arte, debemos comprender, que siempre tendremos un punto de vista diferente.

El profesor nos solicitó imágenes tomadas por nosotros de naturaleza muerta, y deberé ser honesto contigo, no soy el mejor fotógrafo ni artista. Aun así tome estas imágenes con los objetos donde vivo y analice que todos tenemos algún registro de naturaleza muerta a nuestro alrededor. Ya sea desde un simple cuadro, imagen, tarjeta, carta o estampa o bien algo más desarrollado como un objeto o instrumento de uso diario, todo tiene un registro cultural de nuestra especie, humanidad y desarrollo cultural y tecnológico. Por eso, es importante observar no solo los detalles de los objetos, si no también, poder observar el cómo y porque están conformados como lo están en ese momento.


De esa manera empezaremos a ser verdaderos críticos en el arte, ya que un crítico no critica la belleza con lo que ven sus ojos, si no lo que su mente comprende, entiende y siente de lo que está observando. Critica los elementos y sus partes, su función, su mensaje y lo más importante, el momento en el que fue realizado y la necesidad que satisface, este último punto engloba  todos, ya que si algo es cierto, es que todos podemos ver el arte pero pocos podemos apreciarlo.

IMAGENES CEL

Los girasoles prometidos
Ana Rosa Franco Cruz
Óleo sobre Lienzo
30 x 48 cm
México, D.F.
Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert

Foto: Luis Herbert




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